Todo comenzó con unas series de conversaciones con nuestros vecinos, familias y dueños de tiendas locales. Lo que escuchamos fue simple pero urgente: la gente quería acceso a alimentos frescos y accesibles, y querían conseguirlos cerca de casa. Sin embargo, a pesar de la presencia de tiendas de barrio en todo el barrio, muchos estantes estaban vacíos de opciones nutritivas o con precios inalcanzables.

Nos dimos cuenta de que el problema no era la falta de tiendas, sino la falta de apoyo. Estas pequeñas tiendas comunitarias intentaban satisfacer las necesidades locales, pero carecían de acceso a los sistemas, las herramientas ni los recursos necesarios para que los alimentos saludables fueran sostenibles y asequibles.

La Fresca fue creada para llenar un vacío crítico: un sistema de apoyo arraigado en la comunidad que llega a las empresas locales donde están y las ayuda a crecer de maneras que fortalecen a todo el vecindario.

Al brindar oportunidades de aprendizaje compartido, acceso a financiación, mercadeo coordinado y conexiones más sólidas entre productores locales y tiendas de el barrio, La Fresca fomenta una sólida Red de resiliencia económica. No estamos aquí para "arreglar" los negocios locales; estamos aquí para impulsarlos y brindarles las herramientas, la visibilidad y el apoyo comunitario que les han negado durante tanto tiempo.

La Fresca se creó con un propósito en mente: encontrar formas innovadoras de hacer crecer nuestra economía local mediante la construcción de una Red de empresas conectadas e impulsadas por la comunidad.

Creemos que el verdadero cambio ocurre cuando los negocios locales no solo sobreviven, sino que colaboran: comparten recursos, se apoyan mutuamente y se convierten en pilares visibles del bienestar comunitario. Este enfoque en red no solo fortalece a los negocios individuales, sino que genera un impacto positivo que beneficia a todo el vecindario.